IMPACTO ECONÓMICO DE LA PANDEMIA/ El organismo cree que las principales economías de la región ya han comenzado a crecer, pero sus problemas y debilidades estructurales lastran la recuperación.

 

Las principales economías de América Latina –Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia y Perú– no recuperarán el terreno perdido a causa de la pandemia al menos hasta 2022. Es la conclusión a la que ha llegado el Banco de España tras analizar la evolución de los indicadores económicos de la región durante los últimos meses.

En el estudio Evolución de la pandemia de Covid-19 en América Latina y sus efectos económicos publicado ayer, los expertos del Banco de España aseguran que, después de la debacle del segundo trimestre, las economías de la región han comenzado ya a crecer y que, seguramente, en los próximos meses registrarán valores de crecimiento positivos.

Sin embargo, el organismo descarta una recuperación rápida. “Estas economías seguirían, en general, una senda de recuperación frágil y muy gradual, dadas sus limitaciones estructurales y los escasos márgenes existentes para adoptar políticas de estímulo adicionales”, destaca el informe.

Los expertos del Banco de España recuerdan que la pandemia llegó a América Latina más tarde que a Europa y que la región aún no ha logrado, en general, parar la propagación del virus. Es más, subraya que, desde junio, la región se ha convertido en el epicentro mundial de la pandemia al registrar casi la mitad de los fallecimientos diarios por esta causa en todo el mundo.

En cifras, América Latina ha registrado unos 260.000 fallecimientos hasta la fecha por Covid-19; se trata del 32% del total mundial, un porcentaje muy elevado, teniendo en cuenta que la población de la región supone sólo el 8% del total de todo el mundo.

Estos datos se han registrado, además, a pesar de que muchos países tomaron medidas de restricción de la actividad y el movimiento de manera muy temprana y similares a las adoptadas en otras partes del mundo para frenar el avance del virus (mascarilla, distanciamiento social, higiene de manos…).

El menor grado de éxito de estas medidas en América Latina tiene que ver con sus deficiencias estructurales históricas: elevados niveles de pobreza y de trabajo ilegal, sistemas sanitarios frágiles y una alta densidad poblacional en las grandes urbes, sobre todo en los barrios con rentas más bajas.

Debacle del PIB

Al igual que en la mayoría de las economías del mundo, las de América Latina registraron en el segundo trimestre de este año un derrumbe sin precedentes. Las mayores economías de la región se contrajeron un 14%, aunque la media esconde desempeños muy distintos. Perú, por ejemplo, registró una caída del 27% entre abril y junio mientras que el PIB de Brasil se redujo un 9,7%.

El Banco de España señala que, además, se produjo una fuerte salida de capitales de los mercados financieros y fuertes caídas en las bolsas, a pesar de los recortes históricos de los tipos de interés que fueron llevados a cabo por los bancos centrales.

Por todo ello, el organismo cree que América Latina terminará este año en terreno negativo, con un retroceso económico “sin precedentes”. Será una cicatriz más en la historia económica de una región que no termina de levantar cabeza y que podría estar afrontando una nueva década perdida en el caso de que la recuperación pos-Covid tarde más de los esperado o no sea aprovechada para hacer reformas estructurales.